El pasado 2 de agosto, la Sala 16 Toneladas de Valencia se llenó de groove, funk y mucha energía con la actuación de Tortured Soul, una banda que logra conectar lo mejor del house, soul y jazz en una experiencia única. Con su estilo inconfundible y una ejecución impecable, el grupo neoyorquino dejó a los asistentes en un estado de euforia musical que hicieron que no pudiéramos parar de bailar. John-Christian Urich, vocalista y baterista de la banda, se presentó con la fuerza característica que lo convierte en el alma del show. Y como fotógrafo, capturar ese momento fue un reto tan emocionante como gratificante.










